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1. ¿Qué es la Mediación Familiar en Chile?

La mediación familiar es un procedimiento establecido por la ley chilena para resolver de forma pacífica y colaborativa ciertos conflictos entre personas que tienen un vínculo familiar, como padres, madres, hijos, hijas o cuidadores.

Consiste en que las partes se reúnan para dialogar con la ayuda de un tercero imparcial y especializado, llamado mediador o mediadora familiar, quien no impone una solución, sino que facilita la comunicación para que las personas involucradas lleguen a acuerdos voluntarios, justos y duraderos.

Este procedimiento se realiza fuera del tribunal, en un entorno confidencial y protegido, que favorece el entendimiento mutuo y evita, en muchos casos, tener que enfrentar un juicio. Su objetivo es que las propias partes tomen decisiones responsables y acordadas sobre temas que afectan a su familia.

2. ¿Cuáles son los beneficios de la mediación?

La mediación ofrece múltiples beneficios, especialmente en materias familiares, donde el respeto mutuo y la cooperación son claves. A continuación, destacamos sus principales ventajas:

  • Clima de colaboración y menor carga emocional: a diferencia de los procesos judiciales, que suelen ser confrontacionales, la mediación se desarrolla en un ambiente de respeto y colaboración. Esto reduce significativamente el estrés emocional de las partes involucradas. En casos como la regulación de cuidado personal, alimentos o visitas, madres y padres pueden reenfocar su relación hacia un trabajo conjunto como “equipo de crianza”, priorizando el bienestar de sus hijos.
  • Mejora la comunicación entre las partes: La mediación fomenta la comunicación asertiva y empática, permitiendo que cada parte escuche y comprenda mejor la perspectiva del otro. Esto facilita acuerdos duraderos y humanamente viables.
  • Soluciones personalizadas: Los acuerdos son construidos por los propios participantes, adaptándose a su realidad familiar: dinámica parental, necesidades particulares de los hijos, disponibilidad laboral, rutinas, etc. Esto contrasta con un juicio, donde el juez impone una resolución estándar que las partes deben acatar.
  • Eficiencia legal y económica: 
  • Los acuerdos firmados ante mediador y luego aprobados por el tribunal tienen el mismo valor legal que una sentencia judicial.
  • La mediación es rápida: en muchos casos, se resuelve en 1 a 2 meses.
  • Es más económica que un juicio, ya que evita extensos procesos legales y costos asociados.
  • Confidencialidad garantizada: De acuerdo con el artículo 103 de la Ley 19.968, todo lo conversado en mediación es confidencial. El mediador está obligado por ley a guardar secreto profesional.

Protección de los vínculos familiares: En conflictos donde hay hijos en común, la mediación no solo busca resolver el problema jurídico, sino también cuidar la relación futura entre las partes, especialmente cuando deben continuar ejerciendo su rol parental conjunto. Esto es esencial bajo el principio del interés superior del niño, niña o adolescente (NNA), reconocido en la legislación nacional e internacional.